miércoles, 18 de junio de 2008

Una palabra de prosperidad: Apostol C. Peter Wagner

“La liberación y la transferencia de cantidades extraordinarias de riquezas para el Reino, requiere de paciencia y Fe”
“La prosperidad no es una varita mágica, es una aventura de Fe”
Durante los últimos años estuve involucrado en varias negociaciones con el potencial para soltar cantidades extraordinarias de riquezas para el Reino de Dios. Ninguna de ellas ocurrió de inmediato o tan rápidamente como pensaba. En esta área podemos enfrentar una tentación seria y perder la paciencia. Sin embargo, es importante tener presente que hay una relación íntima entre la paciencia y la Fe. Sin Fe no podemos agradar a Dios.
Si el enemigo nos hace perder la paciencia, también logró mellar nuestra Fe. Mella es la herida que surge en el filo de un hacha después de su uso, cuando el hacha está muy mellada debe ser pasada por la piedra de afilar de lo contrario al cabo de un tiempo no servirá para cumplir el propósito que debe llevar a cabo como herramienta.
Por lo tanto, los apóstoles con los cuales estoy trabajando, exhiben una paciencia Piadosa. La paciencia (perseverancia, en algunas versiones) es fundamental para el carácter de un verdadero apóstol. No obstante, lamento informar que a algunos de los que estuvieron conmigo preparándose para el gran traslado de riquezas, fallaron la prueba de la paciencia y saltaron de la nave.
El caso más notable de esperar el traslado inmediato de riquezas significativas, comenzó para mí en Agosto del 2001, empezando con el 9/11 el ataque a las torres gemelas en Estados Unidos, cuando muchos factores subsecuentes entraron en juego. Ahora, más de cinco años después, de algún modo u otro todavía tengo el mismo nivel elevado de expectativas que el dinero llegará realmente pronto. Algo que ayuda es que nunca me rendí a la tentación de “gastar” el dinero en mi mente. ¿Por qué no ser paciente? Tenemos todo para ganar y nada que perder.
Permítame compartir con usted dos ensayos cortos, pero muy profundos, en relación a desarrollar la paciencia para recibir la prosperidad que Dios desea. Uno es de David Oyedepo y el otro de Nate Wolf.
Creo que los disfrutará.
David Oyedepo
Recientemente leí un libro de uno de mis amigos en África, el Apóstol David Oyedepo, “Entendiendo la prosperidad financiera”. Desgraciadamente, aún no está disponible en los EE.UU.. Tiene credenciales notables para escribir este libro. Pastorea el “Tabernáculo de la Fe”, el cual se jacta de tener el santuario más grande del mundo con 50400 butacas. Se localiza en un terreno de 600 acres. El edificio costó $250 millones (dólares americanos) y fueron pagados por el dinero nigeriano, sin contraer deudas. El campus también aloja la Universidad del Pacto que costó otros $250 millones (dólares americanos), todos pagados con dinero nigeriano y libres de deuda.
Asistí a una reunión de oración un miércoles por la noche, con una asistencia de 6000 personas, la mayoría eran hombres vestidos con trajes. Estos hombres estuvieron alguna vez andando por las calles buscando su próxima comida, pero una de las metas del discipulado de Oyedepo es ayudar a su gente a ser próspera y lo está logrando. No sólo les enseña a ahorrar, fundó un banco justo en medio del campus de la Iglesia, llamado “Tierra de Canaán”.
Habiendo dicho esto, me sentí muy animado por su capítulo sobre la paciencia, llamado “Esperando”. Pienso que todos los que están involucrados en la transferencia de riquezas deben leerlo.
“Esperando” del libro “Comprendiendo la prosperidad financiera”, por David Oyedepo:
“Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo diciendo: 'De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente'. Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa” (Hebreos 6:13-15)
Este es el secreto de las águilas. Aunque Dios le juró a Abraham, todavía necesitó paciencia para obtener esa promesa. La Biblia dice: “Después de haber soportado pacientemente”, no después de haberse sujetado a un ayuno riguroso sin sentido, no después de haberse esforzado y haber sudado, sino después de haber soportado pacientemente.
Abraham necesitó haber soportado. De hecho, cada hombre, cada “Águila cristiana”, requiere un grado de paciencia en el pacto. El pacto de prosperidad no es una varita mágica, es una aventura de Fe. “Después de haber soportado pacientemente...”, no después de haber llorado a los gritos. No estamos llamados a llorar, sino a esperar.
En Habacuc 2:3, Dios dijo que cada visión tiene un tiempo asignado y aunque se demore, debe esperar por ella. ¿Dijo que debe llorar por ella? ¿Dijo que corriera alrededor de ella? ¡No! ¡Espere! “Espera por ella, porque vendrá ciertamente y no se demorará”.
La razón por la cual estamos desgastados, es porque no nos gusta esperar. En 1981, Dios me dijo:
“Llegó la hora para liberar al mundo de todas las opresiones del diablo predicando la Palabra de Fe”.
Esa fue una revelación para un ministerio mundial, ¡pero el mandato para entrar en África no llegó sino hasta 1994! ¿Puede ver el período de espera? “Pero al final hablará”. Cuando corre con ella, hablará al final. Pocas personas se pierden ese final, porque parece como si la visión o la revelación no fuera cierta.
Por favor entienda esto: La prosperidad rápida siempre acabará en una austeridad dolorosa, porque le falta el fundamento requerido para que los resultados sean duraderos.
¿Por qué Esperar? Dios lo levantará en el tiempo designado y en la estación debida, Él es el único que sabe cuando llegó su estación adecuada. Si se esfuerza por obtener algo antes del tiempo adecuado, será derrotado.
“No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9)
No se canse mientras camina en el pacto porque hay una estación adecuada. Si está de pie cuando llegue esa estación, segará su cosecha, pero si desmaya, caerá.
“Si va a funcionar, debe estar funcionado desde ahora”. Eso es murmurar. Cuando murmura, destruye su semilla y entonces tendrá que empezar de nuevo. Dios ejecuta un calendario de estaciones en cada uno de nosotros. Cuando sea el tiempo oportuno, no lo negará. Pero si desmaya antes de ese tiempo, perderá todo. Es bueno esperar o se desgastará. Abraham tuvo noticias directamente de Dios, aún así necesitó paciencia para obtener la promesa. Si no es paciente, puede terminar como paciente en un hospital.
En 1981 recibí la revelación por medio de la cual no puedo ser pobre, pero eso no era equivalente a la prosperidad automática. Pero como sé lo que requiere, nunca tuve la ocasión para rogar, ni fui tentado a pedir prestado.
“Pero la que cayó en buena tierra son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída y dan fruto con perseverancia” (Lucas 8:15)
Aunque la semilla cayó en buena tierra, sólo podía traer fruto si actuamos con paciencia. En una sociedad apresurada como la nuestra, necesitamos entender que Dios nos guardará del sistema. Dios dijo: “Yo sé que eres honrado, pero necesitas paciencia. Cuando llegue tu día, no te lo negaré. ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! El día adecuado, me verás operando. ¡Espera!”.
Dios no puede negarse a Sí mismo. ¿Escuchó lo que Él dijo en el Salmo 89:34? “No olvidaré mi pacto ni mudaré lo que ha salido de mis labios”.
Podemos contar con Él por la mañana, por la tarde y por la noche. Todos en este pacto tenemos un futuro, pero el enemigo está peleando continuamente por ese futuro. Hace falta la inteligencia del pacto para desatarlo. Esperar sin tambalearse es el secreto de los cristianos de alto vuelo.
Nate Wolf
“La paciencia es el poder que lo llevará a través de los momentos dolorosos de la vida, hacia los momentos agradables de la vida”.
Nate Wolf de Everett, Washington, es el fundador de “La red porteros”, una organización dedicada a equipar a los líderes cristianos de negocios. Este es un extracto del Capítulo 7 de su libro, “Los porteros”.
Las guías de teléfono están llenas de nombres de negocios que usan las palabras “rápido”, “veloz” y “diminuto”. Domino´s entrega las pizzas frescas y calientes en menos de una hora. Instant Lube ofrece cambios de aceite en diez minutos para un automovil. El Servicio Postal Americano ahora es conocido como el “correo del caracol”. En el mercado de hoy, la paciencia puede ser una virtud, pero ciertamente no es un artículo.
¿La paciencia ocupa realmente un lugar en la vida de un Portero? Tendré que admitir que una de mis palabras favoritas es “ahora” y uno de las cosas menos favoritas es “quedar detenido” en un atascamiento de tránsito e incluso el nombre de mi congregación es “Iglesia de Hoy”. Sin embargo, la historia de Job nos aporta una gran visión para este mundo rápido y de satisfacción instantánea.
Job fue un hombre que tomó toda su vida para construir una familia impresionante y poseer un negocio. En dos días perdió todo: su negocio, su riqueza, su familia, todo. El libro de Job es la historia de cómo recobró su riqueza perdida y siguió viviendo para disfrutarla con sus bisnietos.
La historia real del libro de Job es un mensaje que produce un resultado final victorioso: Cómo un hombre perdió todo y luego recobró doble lo que había perdido.
La paciencia de Job era el secreto dorado que lo ayudó a superar el dolor que enfrentó. La paciencia es más que la habilidad de no enfadarse en una situación difícil. Paciencia es el poder que lo llevará a través de los momentos dolorosos de la vida y lo meterá en los momentos agradables de la vida.
La palabra griega que traduce el significado de paciencia dice: “Perseverar en espíritu o perseverar en la pasión”. Paciencia es hacer lo que la palabra de Dios dice que es correcto, perseverando más que sus problemas. La exposición suficiente a la Palabra de Dios y al Espíritu Santo antes, durante y después de las crisis, aumentarán su paciencia (Gálatas 5:22). La paciencia eterna de Dios dentro de usted siempre se sobrepondrá al dolor que intente surgir.
La paciencia es el poder que lo mantendrá en el lugar y la mentalidad apropiados durante la incomodidad o el dolor, hasta que posea su promesa final y alcance su propósito.
Reflexione en esto profundamente...