domingo, 18 de mayo de 2008

Mis responsabilidades como oveja: Los diezmos y las ofrendas

2ª Corintios 9:6-11:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
Muchas personas hablan a veces que el que forma una iglesia vino para hacerse rico, que en las iglesias se pide mucho, que se la pasan pidiendo, que diezmos, que si ofrendas, y siguen hablando mal de las iglesias, sin verdaderamente conocer los fundamentos para esta pedida de dinero como ellos le llaman.Pero esto del diezmo y la ofrenda son principios bíblicos para que la bendición de Dios llegue a tu vida. Es mas, es algo que desde el principio de los tiempos ha sido establecido en la relación entre Dios y el hombre. Tenemos que entender que la contribución económica es fundamental para la vida de la iglesia. Los proyectos evangelísticos, las misiones y los proyectos de ayuda social no solo surgen de desatar palabras en el aire, hay que moverse para hacerlos realidad, por ende, sin apoyo monetario, no se harán una realidad.
A. Principio del diezmo y la ofrenda en el Antiguo Testamento:
La primera vez que esto se menciona en la Biblia es ofrenda hxnm Minchah (que quiere decir obligación, regalo, tributo) en Génesis 4:3, con el relato de Caín y Abel. La primera vez que se habla de diezmo rX[m Ma`aser (que literalmente quiere decir una décima parte de un botín, de algo obtenido en ganancia) es en Génesis 14:20, cuando Abram le dio los diezmos del botín de guerra a Melquisedec. Cabe notar algo interesante: Este personaje Melquisedec es comparado con Jesucristo mismo en el libro de Hebreos, por que no tiene descendencia y tuvo algo que los sacerdotes del Antiguo Pacto no podían ejercer, que era el doble ministerio de Rey y Sacerdote, y a este individuo, que solo se menciona aquí y en la Biblia, es que Abram le entrego los diezmos de su botín. El principio del diezmo es uno que es antes de la Ley Mosaica, por ende, es un principio de fe. El mismo nieto de Abraham (ya luego de su cambio de nombre de Abram), Jacob, reconoció la existencia de este principio bíblico, inscrito en el corazon antes de los 10 mandamientos (Hebreos 8:10; Romanos 2:15) e hizo un voto en Betel (Génesis 28:20-22). Ambas palabras están íntimamente relacionadas, al nivel que las concordancias hablan en torno a ver una o la otra cuando citamos una de ellas. Inclusive, en Malaquías se habla en torno a que a Dios se le había robado por no diezmar y ofrendar (3:8). Ahí mismo se da un reto en torno a las personas para que reten a Dios, literalmente, en esto, y que Dios mismo abrirá las ventanas de los cielos, y derramará bendición hasta que sobreabunde (3:10). Otros versos en el AT que hablan de esto es Génesis 28:22, Levítico 27:30, Deuteronomio 12:17, Nehemías 10:37-38 (ya en los tiempos de la restauración de los muros de Jerusalén) y Amos 4:4. Proverbios 3:9-10 nos da un principio exquisito en esto del dar a Dios de lo que El nos da (todo es de El, nada es tuyo; El solo te pone como administrador-Salmos 24:1). Este proverbio es uno en el cual se habla de la bendición de la obediencia a Dios. Y entre estas cosas, esta la financiera. Dios esta consciente de las necesidades de su pueblo, por eso El dice que no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos (Prov. 10:3). El también esta consciente que para la predicación de su Palabra, hay que tener finanzas, y por esto es que ya El mismo va trazando el camino para que Su Pueblo entienda y se enriquezca en Sus Promesas y sepan que El tiene todo bajo control. Pero esta promesa esta muy de mano con las demás:1. Los versos 1-4 habla de guardar su Palabra, de que no nos olvidemos de esta. Cuando habla de atar la misericordia y la verdad al cuello es referente a un sitio que este cerca del corazón del creyente. La verdad se refiere a la Palabra de Dios.2. Vemos como El habla en torno a mantenernos santos, libres del pecado, que tengamos fe en El, ya que esto nos sanara de toda enfermedad. 3. Y los últimos versos en este contexto nos habla en torno a aceptar su disciplina, como un Padre justo, amoroso y tierno. Los graneros es donde se guarda el alimento, es decir, donde esta el trigo, la cebada, y es donde los animales se guardaban también. Esto significa que nuestro trigo y nuestra cebada serán de la mejor cosecha, y que nuestros animales los mas gordos. Y los lagares es el sitio donde se hace el vino. Y todos sabemos que el mejor vino es el mas que emborracha, esta es el criterio del pueblo. Por eso es que cuando Jesucristo hizo el vino en las boda de Caná fue llamado como el mejor vino-ver relato en Juan 2:1 en adelante. La costumbre era dar el bueno a principio, para que se emborracharan rápido y luego dar el malo. Y el mosto es lo que emborracha, es por eso que se habla en Hechos 2, cuando el Espíritu Santo es descendido a los creyentes y hablan en lenguas, que les tratan como de borrachos-ver relato en Hechos 2:1 en adelante.
B. Principios del diezmo y la ofrenda en el Nuevo Testamento:
El ofrendar es descrito como un don inefable por el Apóstol Pablo en 2ª Corintios 9:15. Anekdiegetos ἀνεκδιήγητος denota inexpresable, del don de Dios. Con respecto a las varias explicaciones de en qué consiste el don, parece evidente que se refiere al don de su Hijo). En una de las traducciones más modernas esto es llamado como un don indescriptible, es decir, algo que no tiene comparación, y es la única vez que se usa esta palabra en el Nuevo Testamento. Es increíble como esto es llamado como algo incomparable, si lo fuéramos a usar de otra manera. Esto lo hace algo especial, a no ser tomado por poquita cosa. Estos 2 versículos encierran una promesa clara para el que da para la obra de Dios, para el esparcimiento de su Palabra, nuestra Gran Comisión. Primicias se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha (Deuteronomio 26.9: y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.). Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a Él (solo somos administradores de los recursos de Dios). Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales. Incluso, el mismo Jesucristo es quien recibe nuestros diezmos cuando lo damos (Hebreos 7:8).
Ahora bien, tienes que entender que si estas enojado con alguien no puedes diezmar y ofrendar (Mateo 5:23-24). Así que antes de hacerlo, debes ir a arreglarte con esta persona, aunque tú no hayas tenido la culpa, ya que Dios te bendecirá por esto.
C. Algunas objeciones en torno a los diezmos en la presente dispensación de la Gracia y respuestas bíblicas y practicas a estas objeciones:
1. El diezmo es de la ley, no estamos bajo la ley, no estamos bajo el Antiguo Testamento. Respuesta: Abraham practico el diezmo 400 años antes de la ley, y Jacob fue diezmador antes de la ley también (Génesis 14:20, Génesis 28:22, Romanos 2:15, Hebreos 8:10).
2. El diezmo no se exige en el Nuevo Testamento.
Respuesta: En Mateo 23:23 Jesús declara que no debemos despreciar lo esencial de la ley, sino que debemos obedecer los imperativos de misericordia, la fe y la justicia, incluso el diezmo. La iglesia Apostólica (Primitiva) recibía diezmos (Hebreos 7:8). El judío debía un diezmo al Señor. El cristiano se debe el mismo 100% a Dios. Su contribución, por ende, debe ser al menos igual, o mayor que la del judío, ya que el judío tradicional no conoce a Cristo (con la excepción del mesiánico) y el cristiano si conoce a Cristo.
3. Cuando Cristo hablo en Mateo 23 aun no se había cumplido la ley. Esta se cumplió en la cruz. Además, esta exhortación es contra los fariseos hipócritas, no contra los creyentes. Por lo tanto, Jesús no ordeno el diezmo.
Respuesta: Si esta objeción es valida, entonces tenemos que hacer un lado toda la enseñanza antes que la cruz, como el Sermón del Monte. Entonces, si es así, ¿el evangelio antes de la cruz, es decir, lo que Cristo predico y enseño, no es valido para nosotros? Inclusive, ¿acaso nuestro problema mayor hoy día no son cristianos farisaicos en la iglesia cristiana?
4. El diezmo en Israel era necesario por que los levitas y sacerdotes no recibían herencia, ni podían trabajar en la industria, comercio no agricultura, por ende, su trabajo solo se restringía al culto, es decir, el diezmo era su forma de sustento.
Respuesta: Dios llama a ministros del evangelio y dice que El que vive del altar que coma del altar (1ª Corintios 9:13-14). Así que el obrero es digno de su salario, y si son obreros del evangelio, que vivan de este.
5. Que busquen trabajo los ministros. ¿Acaso Pablo no fabricaba tiendas?
Respuesta: La experiencia de la iglesia es que el ministro eficaz es el que labora a tiempo completo. Por ende, Pablo, aunque fabrico tiendas, el lo hizo por que históricamente en este tiempo las iglesias no le enviaban sustento, algo por lo que les reprocha en 2ª Corintios 8 al 9 y en 1ª Corintios 16:1-2 habla en torno a las instrucciones que dio por esto en Galacia.
6. No puedo dar el diezmo por que no me alcanza, vivo en miseria, vivo en un país pobre y mis gastos son mayores que mi salario.
Respuesta: Nadie da el diezmo, lo devuelve de lo que Dios le da (1ª Corintios 16:1-2). Dios requiere las primicias, no las sobras, y por ende, si no se entregan las primicias, Dios pude impedir que sobre. Y no confieses maldición sobre tu vida, ni miseria ni nada de esto (Romanos 10:10). Y Dios prospera gente en países pobres, hay muchísimos testimonios de esto. Así que tú podrías pasar a ser un ejemplo de esto.
7. No doy el diezmo, tan solo ofrendo, puesto Dios lo que mira es el corazon alegre y uno da lo que uno propone en su corazon.
Respuesta: No retengas el diezmo, puesto te constituyes en ladrón y los ladrones no heredan el reino de los cielos (Malaquías 3:8, 1ª Corintios 6:10). Las ofrendas que se dan en lugar del diezmo no es algo correcto, ya que las ofrendas se dan como quieres, y el diezmo es algo que Dios ya determino para nosotros.
8. No estoy satisfecho con la manera en que se administran los bienes de mi iglesia, por eso no diezmo.
Respuesta: Si un ministro no administra correctamente lo que Dios le ha puesto, hay que ver si el mismo se llamo (1ª Timoteo 3:1-7), pero si el no lo hace bien, esto no te exime de tu responsabilidad. Si ves estas cosas en la iglesia, lo correcto es tu hablar claro y si sigue este patrón, te garantizo que este patrón es de 1 en cada 10 iglesias, busca 1 de las otras 9 y ve y no te dejes robar la bendición de Dios allá para tu vida. Por ende, no hay nadie que retenga el diezmo y sea feliz, ya que no hay creyentes en algún pecado que sean felices.
En el fondo todos somos diezmadores, ya que si no se lo damos a Dios, Satanás terminara arrebatándonoslos. El gobierno pierde miles de toneladas de granos y carne mal adquiridos y mal almacenados, algunos oficiales corruptos roban dinero del gobierno, las ratas y los insectos devoran la cosecha, los desastres naturales destruyen los alimentos y esto desemboca que la iglesia y los creyentes vivan en penuria. Este no es el plan de Dios, el plan de Dios es que todos seamos prosperados en todas las cosas así prosperan nuestras almas (3ª Juan 2). Y este principio es enfático, es un mandato dado al Apóstol Juan en el espíritu, una palabra profética desatada en los aires a Gayo. Así que eso es para nosotros, no tenemos excusa para no diezmar y cerrarnos nosotros mismos las ventanas de los cielos.