lunes, 26 de mayo de 2008

Se libre del rechazo.

Salmos 22:23-24: Los que teméis a Jehová, alabadle; glorificadle, todos los descendientes de Jacob. Temedle vosotros, todos los descendientes de Israel. Por que no desprecio ni desdeñó la aflicción del afligido, ni de el escondió el rostro. Mas bien le oyó cuando clamo a el.

Este pasaje habla que Dios no te desprecia ni se esconde de ti, sino que te oye y te atiende.
El rechazo es algo muy difícil de enfrentar. Cuando nosotros hemos sido rechazados, eso causa en nosotros dolor y tristeza. El rechazo nos hace pensar que no valemos nada o que valemos muy poco.
Tipos de Rechazo:
De los que amamos: Isaías 49:15: ¿Acaso se olvidara la mujer de su bebe y dejara de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidare de ti. Salmos 27:10: Aunque mi padre y mi madre me dejaren, con todo Jehová me recogerá.
De la gente en general y de nosotros mismos: Salmos 22:6: Pero yo soy un gusano y no un hombre, objeto de la afrenta de los hombres y despreciado por el pueblo (notemos como el mismo se llama gusano por que el siente que la gente lo trata así).
Los desprecios y rechazos hacen que nuestro corazón sea lastimado y muchas veces brotan en nosotros raíces de amargura que nos hacen difícil cada paso que damos en la vida.
El rechazo de la gente hacia Jesús:
Isaías 53:3: Fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en el sufrimiento. Y como escondimos de el el rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos.
Pero Jesús resistió la tentación de amargura, y no permitió que el enemigo lo destruyera con un corazón amargo, el venció por nosotros.
Hebreos 4:15: Por que no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues el fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado.
Jesús no te rechaza:
Lucas 5:12-13: Aconteció que, estando Jesús en una de las ciudades, he aquí había un hombre lleno de lepra. El vio a Jesús y postrándose sobre su rostro, le rogó diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Entonces, extendió la mano y le toco diciendo: Quiero, ¡se limpio! Al instante la lepra desapareció de el.
1. Los leprosos eran rechazados por todos a causa de su lepra. Tenían que caminar aparte de los demás y cuando venían por la calle la gente les gritaba “leproso, leproso”.
2. La lepra es tipo del pecado y los defectos del carácter humano. Todos podemos sentirnos rechazados a causa de nuestra lepra espiritual o los defectos que la gente mira en nosotros.
3. Jesús no tuvo problema en tocar con su mano santa al leproso y sanarlo. Lo que nadie había hecho, Jesús lo hizo. El toco al leproso que nadie quería tocar. así es Jesús con nosotros. El no nos rechaza, El nos ama y nos quiere sanar. El no te desprecia ni te rechaza, Te ama y quiere sanarte hoy.

Isaías 43:4-5: Puesto que ante mis ojos tú eres de gran estima y eres honorable y yo te amo, daré hombres por ti y pueblos por tu vida. No temas, por que yo estoy contigo. Del oriente traeré a tu descendientes, y del occidente te recogeré.
La Biblia dice que tú eres de gran estima para Dios. Tu debes hoy olvidar todo lo que te haya pasado. Debes olvidar todos los rechazos, todos los menosprecios que te hicieron y alegrarte de que Dios te ama.
A lo mejor a ti no te tomaron en cuenta, te despreciaron, te dijeron cosas feas, te ofendieron y te marcaron.
Pero hoy vas a sanar en el amor de Jesús.